Los quejidos de dolor de Juan Carlos Benedicto, un civil imputado de delitos de lesa humanidad en la megacausa "Arsenales II-Jefatura II", hicieron que se encendiera la luz de alarma en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF). El escribano, que pasó varios meses prófugo luego de huir de un neuropsiquiátrico, tuvo que ser trasladado ayer desde el penal de Villa Urquiza hasta el Centro de Salud, donde lo internaron para que hoy sea operado por cálculos en la vesícula, informó la Justicia Federal.
El fiscal federal, Leopoldo Peralta Palma, advirtió al TOF que la esposa de Benedicto, Susana del Valle Gundlach, es jefa del área de Farmacia del hospital, y es una de las personas investigadas por la evasión del escribano. Por ello, el presidente del tribunal, Gabriel Eduardo Casas, dispuso que se envíen copias del escrito fiscal a las autoridades del Centro de Salud "a los efectos de que tomen todos los recaudos necesarios" para que Gundlach de Benedicto "se abstenga de intervenir como profesional en toda cuestión médica referente al imputado".
Las audiencias del juicio oral y público por la megacausa "Arsenales II-Jefatura II" comienzan el próximo lunes. Por eso, se dispararon todos los mecanismos de seguridad cuando Benedicto, que es uno de los 44 imputados, dijo ayer al mediodía que tenía fuertes dolores en el abdomen. Los médicos del Servicio Penitenciario aconsejaron su traslado, y el TOF ordenó la intervención de los especialistas del Poder Judicial. También se le dio lugar a un planteo de la abogada querellante, Julia Vitar, para que un médico de parte examine y controle la evolución del acusado.
Benedicto se fugó en diciembre de 2011, y fue recapturado tras seis meses, en el límite con Paraguay. Se lo investiga por violaciones a los derechos humanos en perjuicio de Adolfo Méndez Brander, Margarita Laskowski y Gustavo Adolfo Fochi; y de haber tenido relación directa en el homicidio de Gustavo Adolfo Fochi.
También en esta causa, el Cuerpo Médico Forense de la Corte de la Nación se expidió sobre la salud de Luciano Benjamín Menéndez. Según el informe oficial, el imputado, de 85 años, es "portador de afecciones crónicas que se encuentran compensadas al momento actual con el tratamiento médico que recibe, por lo que se encuentra en condiciones físicas de participar de las audiencias de debate". A la vez, aconsejaron que las audiencias no sean extensas.